En 2014, Manuel y yo creamos el taller con la ilusión de compartir nuestra pasión por la alfarería y el estilo de vida saludable. Comenzamos a llevar las clases de alfarería y jornadas de artesanía y salud a colegios, eventos y grupos. Pero a pesar de su dedicación, no fue fácil dar a conocer su trabajo.

Sin embargo, nunca perdimos la esperanza y seguimos trabajando duro en el taller. Fue entonces cuando, gracias a la sugerencia de un cliente sueco, nació lo que le daría la vuelta a todo...

Foto de los fundadores de la empresa Alfartierrecocida, con sus perros y su hijo

I. El comienzo.

Manuel y yo somos los fundadores de Alfar Tierra Cocida, un taller de cerámica artesanal ubicado en pleno Parque Natural de los montes de Málaga. Nuestra visión siempre ha estado en sintonía con la artesanía, la vida saludable, y el cuidado del planeta y el bienestar de las personas.

Manuel, quien anteriormente trabajaba como profesor de alfarería y cerámica en la escuela de artesanos de Sevilla, se unió a mí después de que nos conociéramos y rápidamente congeniáramos en nuestras ideas y valores afines al cuidado de la tierra y el respeto por la naturaleza.

Para darse a conocer, Manuel comenzó a salir con un torno manual semi-portátil a las calles más turísticas de la ciudad de Málaga, mostrando su habilidad y compartiendo su pasión por el oficio. Así, surgieron los comienzos de nuestra peculiar estrategia de "marketing". (Ver video)

foto del puesto de alfartierracocida en el mercado con todos estos productos

II. nació el platito rallador.

Desde que Manuel y yo creamos Alfar Tierra Cocida, un taller de cerámica artesanal en pleno Parque Natural de los Montes de Málaga, hemos estado trabajando duro para dar a conocer nuestras creaciones. Después de salir a las calles con su torno manual, rápidamente comenzaron a llegar invitaciones para participar en los mercados de artesanía de la ciudad. Primero a nivel local, y luego expandiéndonos a mercados a nivel nacional.

El taller pronto comenzó a crecer y cogió un ritmo acelerado. Pero un día, sentado Manuel en el torno manual como de costumbre, un cliente sueco se nos acercó y nos explicó que en su país había unos platitos con un tipo de muescas que se usaban mucho para rallar ajo. Nos sorprendió y nos fascinó la idea, así que a la vuelta de ese mercado, fuimos al taller a hacer experimentos sobre cómo sería ese plato y cómo podríamos producirlo.

Nosotros usábamos como alimentos super saludables el ajo y el jengibre, y crear un plato que pudiera rallar ajo y jengibre para nosotros era ¡lo más! Así nació el plato rallador, que se convirtió en uno de nuestros productos estrella y en un punto de inflexión para el taller.

Foto del puesto en el mercado para la venta de productos cerámicos

III. De un taller humilde a una gran familia.

Para nosotros, ha sido muy emocionante ver cómo poco a poco nuestra empresa ha ido creciendo y formando una gran familia. Desde el inicio de nuestro taller de cerámica artesanal en pleno Parque Natural de los Montes de Málaga, hemos trabajado duro para dar a conocer nuestras creaciones y ofrecer productos de alta calidad.

Fue gracias a la perseverancia y al esfuerzo que conseguimos nuestro puesto en el prestigioso Muelle Uno de Málaga, un gran logro para nosotros. Allí, seguimos trabajando duro y poniendo todo nuestro empeño para ofrecer productos únicos y seguir creciendo como empresa

foto vista en la veranda

IV. Alfar Tierra Cocida, no es solo cerámica.

Desde el año 2014, Tierra Cocida ha sido mucho más que un simple taller de alfarería, ha sido un proyecto, una comunidad y una forma de vida para nosotros. Comenzamos creando las Jornadas de Artesanía y Salud, y las clases de alfarería para colegios, eventos y grupos. A través de estas actividades, llevábamos la experiencia de crear piezas únicas con tus propias manos, modelando el barro a cualquier lugar interesado en explorar algo tan humilde como poderoso, que nos ayuda a conectar con la tierra y con lo más profundo de nosotros mismos.